En la mañana de ayer miembros del Club de Surf Tsunami y aficionados se reunieron en la Cala de Finestrat para limpiar el mar en protesta por la prohibición de surfear en las playas de Benidorm, un problema que desde hace 2 años padecemos cientos de surfistas.

El Ayuntamiento prohíbe actualmente esta práctica con una normativa y, desde hace dos años, los surfistas del municipio y otros colindantes reivindican una zona donde poder realizar este deporte sin perjuicio para los bañistas ni usuarios de las playas. Las ordenanzas prevén multas de hasta 750 euros por jugar a las palas si se molesta a alguien, y con 1.300 euros por el simple hecho de estar en la arena con la tabla.

Benidorm es el único municipio de España que prohíbe a sus vecinos practicar el surf, según informa la Federación Española.

Gustavo Medina, presidente del Club de Surf Tsunami ha solicitado al Consistorio que se habilite una zona donde se pueda realizar la práctica de este deporte en el extremo occidental de la playa de Poniente, en el cual se encuentra la mayor afluencia de pequeño oleaje durante el año. Pero además, el club alega que esta área benidormense es uno de los lugares «con poca afluencia de usuarios» de las playas y que siempre ha existido buena convivencia con los mismos.

El Club de Surf Tsunami de Benidorm ha iniciado una recogida de firmas para conseguir que se acote un área en la playa de Poniente, a la altura del paseo Tamarindo, donde poder realizar esta práctica acuática sin enfrentarse a las multas de más de mil euros que recoge la ordenanza municipal.

Desde De Norte a Surf transmitimos nuestro apoyo y compromiso con cualquier iniciativa que sirva para acabar con esta clase de prohibiciones arbitrarias e injustas que impiden surfear en nuestras costas con normalidad.